Columna Vertebral

Clínica de Columna Vertebral integrada por Neurocirujanos quienes tienen a su cargo la cirugía de los trastornos de la columna vertebral y la médula espinal.

Patología Espinal Traumática (ej. Fractura Vertebrales) Patología Espinal Tumoral Patología Espinal Degenerativa (ej. Hernias de disco, Estenosis del canal medular, Espondilolistesis…) Patología Espinal Infecciosa

Hernia de disco

Una hernia de disco es un problema con uno de los amortiguadores cartilaginosos (discos) que se encuentran entre los huesos individuales (vértebras) que se apilan para formar la espina dorsal.

Un disco espinal tiene un centro (núcleo) suave y gelatinoso encapsulado en un exterior (anillo) más duro y gomoso. Algunas veces llamado disco deslizado o disco roto, una hernia de disco ocurre cuando parte del núcleo se empuja hacia afuera a través de un desgarro en el anillo.

Una hernia de disco, que puede ocurrir en cualquier parte de la espina dorsal, puede irritar un nervio cercano. Según la ubicación de la hernia de disco, puede provocar dolor, entumecimiento o debilidad en un brazo o una pierna.

Síntomas

La mayoría de las hernias de disco ocurren en la espalda lumbar, aunque también pueden ocurrir en el cuello. Los signos y síntomas dependen de la ubicación del disco y de si el disco está presionando un nervio. Por lo general, afectan un lado del cuerpo. Dolor en brazos o piernas. Si tu hernia de disco se encuentra en la espalda lumbar, normalmente sentirás más dolor en los glúteos, el muslo y la pantorrilla. También podrías tener dolor en parte del pie. Si tu hernia de disco está en el cuello, normalmente sentirás más dolor en el hombro y el brazo. Este dolor puede aparecer en el brazo o la pierna cuando toses, estornudas o te mueves a ciertas posiciones. El dolor se describe a menudo como agudo o ardiente. Entumecimiento u hormigueo. Las personas que tienen una hernia de disco a menudo presentan entumecimiento u hormigueo que se irradia en la parte del cuerpo servida por los nervios afectados. Debilidad. Los músculos servidos por los nervios afectados tienden a debilitarse. Esto puede hacer que tropieces o se afecte tu capacidad para levantar o sostener objetos. Busca atención médica si tu dolor de cuello o de espalda baja por tu brazo o pierna, o si también tienes entumecimiento, hormigueo o debilidad.

Diagnóstico

Una vez establecida la sospecha clínica se practicarán estudios de imagen como la Resonancia magnética o la Tomografía y en ocupaciones que así lo requieran ambos.

En algunos casos completaremos el estudio por medio de una electromiografía (EMG), éste puede orientarnos sobre el grado de afectación de la raíz nerviosa.

Tratamiento

En los casos que no se consigue una remisión del dolor con tratamiento farmacológico la cirugía será el tratamiento de elección.

La mayoría de los pacientes con dolor refractario y / o compromiso de la función muscular, se practica una resección del disco herniado colocando una prótesis para evitar la pérdida de altura del espacio Inter vertebral evitando de esta forma deformaciones patológicas de la columna cervical.

Fractura Vertebral

Causas

Fracturas por compresión

En las fracturas por compresión, el cuerpo de la vértebra se colapsa, por lo general debido a un exceso de presión.

Suelen suceder en la zona media de la espalda o en la región lumbar. Son más frecuentes en personas de edad avanzada, por lo general en las que tienen osteoporosis, que debilita el hueso.

En ocasiones, estas fracturas aparecen en personas con un cáncer que se ha extendido a la columna vertebral y la ha debilitado (denominadas fracturas patológicas).

Cuando el hueso está debilitado, las fracturas por compresión pueden estar producidas por una fuerza de baja intensidad, como puede ocurrir cuando el sujeto levanta un objeto, se inclina hacia adelante, se levanta de la cama, o tropieza.

Fracturas por traumatismo raquimedular.

Otra de las causas de fracturas vertebrales es un traumatismo de alta energía, como puede ocurrir en un accidente de tráfico, en una caída desde gran altura, o en una herida por arma de fuego.

En tales casos también puede haber una lesión de la médula espinal y la columna vertebral puede sufrir una fractura en más de un lugar.

Las fracturas vertebrales suelen producirse por un traumatismo de cierta intensidad, aunque si el hueso está muy debilitado (por osteoporosis, por ejemplo), puede fracturarse con un traumatismo leve o al realizar un esfuerzo en carga.

Un paciente puede estar asintomático en reposo, pero con dolor dorsal o lumbar e incluso radicular al ponerse de pie y caminar, lo que nos indicaría que la fractura puede ser inestable.

Los síntomas más habituales son:

Dolor cervical, dorsal o lumbar dependiendo del área afectada de la columna vertebral. Síntomas por afectación nerviosa: Entumecimiento, hormigueo Debilidad o pérdida de la movilidad en brazos o piernas.

Diagnóstico

El diagnóstico se puede realizar con radiología simple (Rayos X) aunque se suele complementar con escáner (TAC) o una resonancia magnética para valorar mejor el hueso y los tejidos adyacentes, el edema vertebral, el canal vertebral etc., incluso descartar otros procesos.

Si la fractura se sabe, o se sospecha, que puede ser osteoporótica se complementa el estudio con una densitometría ósea y un análisis de sangre para valorar el estado del hueso e indicar o no paralelamente un tratamiento para mejorar la calidad del mismo.

Realizar tratamientos preventivos en pacientes que tengan antecedentes de riesgo (por ej. osteoporosis) puede ayudar a prevenir la aparición de fracturas vertebrales.

Tratamiento

Para definir el tratamiento a seguir se deberá llevar a cabo una evaluación exhaustiva por un experto e individualizar cada caso.

Si la columna se mantiene estable y el dolor es controlable, se tiende a tratar de manera conservadora con medicación vía oral, ortesis (faja) y reposo relativo.

Si al pasar unas semanas o meses, no se consigue controlar dicho dolor, se puede indicar una cementación vertebral percutánea mediante vertebroplastia o cifoplastia , con el objetivo de estabilizar el hueso roto y actuar en las terminaciones nerviosas del cuerpo vertebral para reducir el dolor.

En los casos donde hay inestabilidad de la columna vertebral, puede requerirse el uso de osteosíntesis (barras y tornillos) que también pueden implementarse de manera abierta o percutánea, dependiendo de cada caso.

Escoliosis

La escoliosis es una desviación de la columna vertebral, se manifiesta por una curvatura lateral de la columna vertebral.

Aproximadamente el 3 % de los adolescentes padecen escoliosis, ocurre con mayor frecuencia durante el período de crecimiento previo a la pubertad.

Causas

Los factores de mayor relevancia para el padecimiento son los hereditarios.

Los tipos menos frecuentes de escoliosis pueden ser a causa de:

Afecciones neuromusculares, como la parálisis cerebral infantil o la distrofia muscular. Enfermedades congénitas que afectan la formación de los huesos de la columna vertebral. Lesiones o infecciones de la columna vertebral

Síntomas

Los signos y síntomas de la escoliosis pueden ser:

Desnivel en los hombros Un omóplato (escápula) que parece más prominente que el otro Desnivel pronunciado en las caderas Un lado de la cintura parece más alto que el otro

Factores de riesgo

La edad. Los signos y síntomas, a menudo, empiezan durante el período de crecimiento que ocurre justo antes de la pubertad. Sexo. La porcentaje en niños y niñas padezcan escoliosis leve en el mismo, sin embargo estas últimas corren un mayor riesgo de que la curvatura empeore y requiera tratamiento. Antecedentes familiares. La escoliosis puede ser hereditaria, pero la mayoría de los niños que la padecen no tiene antecedentes familiares de la enfermedad.

Complicaciones

Si bien la mayoría de las personas que padece escoliosis tiene una forma leve del trastorno que por lo general es asintomática, a menudo, puede producir complicaciones, entre ellas:

Daño cardíaco y pulmonar. En la escoliosis grave, la caja torácica puede deformarse causando compresión en los pulmones y el corazón, lo que dificulta la respiración y la función cardiaca. Problemas en la espalda. Pacientes con antecedentes de escoliosis en la infancia tienen mayor probabilidad de sufrir dolor crónico en la espalda que la población en general. Aspecto. A medida que la escoliosis empeora, puede causar cambios más notorios, incluidos un desnivel evidente en caderas y hombros, costillas prominentes y una desviación de la cintura y el tronco hacia un lado. Las personas que padecen escoliosis suelen sentir vergüenza de su aspecto.

Diagnóstico

Durante la exploración física, el médico podría pedirle a tu hijo que se ponga de pie y luego se agache desde la cintura, dejando los brazos sueltos, para ver si un lado de la caja torácica es más prominente que el otro.

El médico también puede realizar un examen neurológico para determinar lo siguiente:

Debilidad muscular Entumecimiento Reflejos anormales

Pruebas de diagnóstico por imágenes

Las radiografías simples pueden confirmar el diagnóstico de escoliosis, sin embargo en la mayoría de los casos se requiere complementar con una tomografía para evaluar la gravedad de la curvatura de la columna vertebral.

Bajo sospecha que una enfermedad no diagnosticada, como un tumor, es la causante de la escoliosis, podrían requerirse estudios de imagen adicionales, como una resonancia magnética.

Tratamiento

Los casos de niños en quienes la escoliosis tiene una leve curvatura probablemente solo requieran vigilancia médica con exámenes periódicos para evaluar si hay cambios en la curvatura la columna a medida que crecen y no ameriten tratamiento adicional.

Aunque existan pautas para las curvaturas leves, moderadas y graves, la decisión de comenzar un tratamiento siempre se toma según el caso en particular.

Los factores a considerar para en el manejo y seguimiento son:

Sexo. Las niñas tienen mucho más riesgo de que progrese la enfermedad, con respecto a los niños. Gravedad de la curvatura. Es más probable que las curvaturas más pronunciadas empeoren con el paso del tiempo. Patrón de curvatura. Las curvaturas dobles, también conocidas como "curvaturas con forma de S", tienden a empeorar con mayor frecuencia que las curvaturas con forma de C. Ubicación de la curvatura. Las curvaturas ubicadas en el centro (región torácica) de la columna vertebral empeoran con mayor frecuencia que aquellas ubicadas en la parte superior o inferior de la columna vertebral. Madurez. Si los huesos de un niño han dejado de crecer, el riesgo de que progrese la curvatura es bajo. Esto también significa que los dispositivos de inmovilización tienen mayor efecto en los niños cuyos huesos aún están en crecimiento.

Dispositivos de inmovilización

En casos seleccionados de pacientes pediátricos que sufren escoliosis moderada y los huesos aún están en desarrollo, el medico podría recomendar el uso de un dispositivo de inmovilización. Este dispositivo no es la solución a la escoliosis ni corrige la curvatura, pero suele evitar el avance de la misma.

El tipo de dispositivo de inmovilización más frecuente está hecho de plástico y tiene un contorno que se adapta al cuerpo. Este dispositivo casi no se ve bajo la ropa, ya que se ajusta debajo de los brazos y alrededor de la caja torácica, la parte inferior de la espalda y las caderas.

La mayoría de los dispositivos de inmovilización se usan de día y de noche. La efectividad de un dispositivo de inmovilización aumenta con la cantidad de horas al día que se usa. Los niños que usan dispositivos de inmovilización, a menudo, pueden practicar la mayoría de las actividades y tienen pocas restricciones. Si es necesario, los niños pueden quitarse el dispositivo de inmovilización para practicar deportes u otras actividades físicas.

Los dispositivos de inmovilización no se usan una vez que los huesos dejan de crecer.

Cirugía

La escoliosis grave suele avanzar con el paso del tiempo, en estos casos puede ser requerida una cirugía para reducir la gravedad de la curvatura de la columna vertebral y evitar que empeore. El tipo de cirugía más frecuente para la escoliosis se denomina “artrodesis vertebral".

La artrodesis vertebral es una cirugía para fusionar dos o más huesos de la columna vertebral de manera permanente con la finalidad de evitar el movimiento entre las mismas así como corregir su posición.

Esto se logra mediante la implantación de barras metálicas, placas y tornillos para lograr mantener derecha e inmóvil esa parte de la columna vertebral.