Neurocirugía Pediátrica

La Neurocirugía Pediátrica es una subespecialidad de la Neurocirugía que trata a pacientes menores de 16 años. Las enfermedades en esta etapa de la vida se comportan sumamente diferentes que en la adultez tanto por su forma como por su modo de manifestarse.

El desarrollo cerebral del niño no ha culminado por completo al nacimiento por lo cual continua evolucionando durante la infancia.

NEUROCARE brinda atención de alta especialidad a través de nuestro equipo de profesionales especialistas en enfermedades pediátricas en un entorno multidisciplinario.

Tumores cerebrales.

Los tumores cerebrales son la segunda causa de mortalidad en niños en los países desarrollados después de las leucemias, siendo el tumor sólido más frecuente en estas edades.

Las causas de los tumores cerebrales en los niños pueden atribuirse a diferentes factores, siendo los principales:

1. Alteraciones en la formación del cerebro en muchos tumores congénitos. 2. Síndromes genéticos. Anomalías cromosómicas que predisponen a la aparición de tumores a lo largo de la vida. 3. Predisposición familiar.

Clínica

En los niños menores de dos años la detección de una macrocefalia, cráneo de mayor tamaño del que debería presentar por su edad, debe hacernos sospechar en la presencia de una hidrocefalia o de un tumor cerebral.

El signo principal, aunque no específico, de presentar un tumor cerebral es la macrocefalia, debido al crecimiento de la cabeza debido al propio tumor o a la hidrocefalia secundaria, ya que en estas edades al no estar fusionados los huesos del cráneo, éste puede aumentar de tamaño para compensar el aumento de presión debido al tumor o a la hidrocefalia.

En niños mayores, cuando el cráneo es rígido aparecerán signos y síntomas de hipertensión intracraneal como son dolor de cabeza, vómitos, adormilamiento y edema de papila. La aparición de estos síntomas, deben alertar a la familia y debe ser motivo de consulta médica.

Estos niños pueden presentar déficits neurológicos focales, pérdida de fuerza en una extremidad, dificultad para el habla, relacionados con la localización cerebral donde se asienta el tumor y epilepsia.

Otros síntomas menos específicos son cambios de carácter y detención en el desarrollo psicomotor y en el crecimiento.

Diagnóstico

La historia clínica y la exploración física constituyen la base para cualquier diagnóstico en medicina. Éstas se complementaran de las pruebas de imagen adecuadas sobre el sistema nervioso central. Las tres más importantes en niños son:

1. Ecografía transfontanelar 2. Tomografía Computarizada (TC) 3. Resonancia Magnética (RM)

Tratamiento

El pilar del tratamiento es la cirugía, permite obtener muestras de tejido tumoral para su análisis, tipificación y decisión del tratamiento más adecuado.

También permite resecar o reducir la lesión, permitiendo una mayor eficacia de otros tratamientos cuando estos son necesarios.

El tratamiento requiere de un equipo multidisciplinario por lo cual implica también a Oncólogos y Radioterapeutas.

Deformidades Craneales Pediátricas.

Las deformidades craneales son un motivo frecuente de consulta durante los primeros meses de vida.

Las causas son variadas y pueden estar en relación con factores mecánicos intraútero, intraparto o posturales.

Sin embargo, en ciertos casos, la deformidad craneal tiene una causa orgánica y se debe a un cierre precoz de las suturas craneales. En estos casos hablamos de

Craneosinostosis.

La craneosinostosis consiste en el cierre precoz de ciertas suturas del cráneo lo cual impide su crecimiento normal produciendo deformidad que se hace más evidente con el crecimiento.

Este trastorno del desarrollo de los huesos del cráneo puede condicionar una repercusión tanto en el desarrollo cerebral como a nivel funcional.

Ante la aparición de los signos y síntomas se debe recurrir a un neurocirujano pediátrico para que evalúe la deformidad craneal, establezca el protocolo de diagnóstico por imagen y defina el tratamiento más adecuado en cada caso.

Según la sutura afecta se producen diferentes tipos de deformidades:

Escafocefalia: cabeza alargada con protrusión frontal y occipital. Plagiocefalia: deformidad asimétrica (aplastamiento lateral) del craneo resultado de la fusión prematura de las suturas coronal o lamboidea. Braquicefalia: cráneo disminuido en su diámetro antero-posterior. Se asocia a microcefalia y puede derivar en problemas de desarrollo psicomotor. Trigonocefalia: frente triangular con cresta ósea en el centro de la frente.

Estas deformidades requieren corrección quirúrgica precoz en la mayoría de los casos.

El neurocirujano pediátrico debe evaluar cada caso en particular e indicar la técnica más apropiada para cada paciente así como el momento más idóneo para realizar el tratamiento. La cirugía consistirá en la mayoría de los casos en reabrir la sutura cerrada asociando diferentes técnicas quirúrgicas que permitan un remodelamiento de la morfología craneal.

Espina Bífida.

La espina bífida es una malformación que afecta la columna vertebral y suele ser evidente en el nacimiento. Es un tipo de defecto del tubo neural (DTN).

La espina bífida puede aparecer en cualquier lugar a lo largo de la columna si el tubo neural no se cierra por completo. La columna vertebral que protege la médula espinal no se forma y no se cierra como debería. Eso suele producir daño de la médula espinal y los nervios.

La espina bífida puede provocar discapacidades físicas e intelectuales, que van de leves a graves. La gravedad depende de lo siguiente:

El tamaño y la localización de la abertura en la columna. Si parte de la médula espinal y los nervios están afectados.

Diagnóstico

La espina bífida se puede diagnosticar durante el embarazo o tras el nacimiento del bebé. La espina bífida oculta puede no ser diagnosticada hasta finales de la infancia o la edad adulta, o tal vez nunca ser diagnosticada.

Durante el embarazo

Durante el embarazo, hay pruebas de detección (prenatales) que se usan para determinar si el bebé tiene espina bífida u otros defectos congénitos.

Las pruebas usadas con mayor frecuencia son: Niveles séricos de Alfa feto proteína, Ecografía y Amniocentesis

Después del nacimiento del bebé

En algunos casos, es posible que no se diagnostique la espina bífida hasta después del nacimiento del bebé.

Puede presentarse un estigma cutáneo, una zona de piel con pelo o un hoyuelo en la espalda del bebé que se detecta por primera vez después del nacimiento.

El médico puede usar estudios por imágenes, como radiografías, resonancias magnéticas o tomografías computadas, para ver la columna y los huesos de la espalda del bebé con mayor claridad.

Tratamiento

El tratamiento debe ser individualizado.

Las personas con mielomeningocele y meningocele necesitan más tratamientos que las que tienen espina bífida oculta.

Se requiere la valoración de un Neurocirujano altamente calificado en casos donde el defecto requiere una reparación quirúrgica.