Fractura Vertebral

Fracturas por compresión

En las fracturas por compresión, el cuerpo de la vértebra se colapsa, por lo general debido a un exceso de presión.

Suelen suceder en la zona media de la espalda o en la región lumbar. Son más frecuentes en personas de edad avanzada, por lo general en las que tienen osteoporosis, que debilita el hueso.

En ocasiones, estas fracturas aparecen en personas con un cáncer que se ha extendido a la columna vertebral y la ha debilitado (denominadas fracturas patológicas).

Cuando el hueso está debilitado, las fracturas por compresión pueden estar producidas por una fuerza de baja intensidad, como puede ocurrir cuando el sujeto levanta un objeto, se inclina hacia adelante, se levanta de la cama, o tropieza.

Fracturas por traumatismo raquimedular.

Otra de las causas de fracturas vertebrales es un traumatismo de alta energía, como puede ocurrir en un accidente de tráfico, en una caída desde gran altura, o en una herida por arma de fuego.

En tales casos también puede haber una lesión de la médula espinal y la columna vertebral puede sufrir una fractura en más de un lugar.

Las fracturas vertebrales suelen producirse por un traumatismo de cierta intensidad, aunque si el hueso está muy debilitado (por osteoporosis, por ejemplo), puede fracturarse con un traumatismo leve o al realizar un esfuerzo en carga.

Un paciente puede estar asintomático en reposo, pero con dolor dorsal o lumbar e incluso radicular al ponerse de pie y caminar, lo que nos indicaría que la fractura puede ser inestable.

Los síntomas más habituales son:

Dolor cervical, dorsal o lumbar dependiendo del área afectada de la columna vertebral.

Síntomas por afectación nerviosa: Entumecimiento, hormigueo Debilidad o pérdida de la movilidad en brazos o piernas.

Diagnóstico

El diagnóstico se puede realizar con radiología simple (Rayos X) aunque se suele complementar con escáner (TAC) o una resonancia magnética para valorar mejor el hueso y los tejidos adyacentes, el edema vertebral, el canal vertebral etc., incluso descartar otros procesos.

Si la fractura se sabe, o se sospecha, que puede ser osteoporótica se complementa el estudio con una densitometría ósea y un análisis de sangre para valorar el estado del hueso e indicar o no paralelamente un tratamiento para mejorar la calidad del mismo.

Realizar tratamientos preventivos en pacientes que tengan antecedentes de riesgo (por ej. osteoporosis) puede ayudar a prevenir la aparición de fracturas vertebrales.

Tratamiento

Para definir el tratamiento a seguir se deberá llevar a cabo una evaluación exhaustiva por un experto e individualizar cada caso.

Si la columna se mantiene estable y el dolor es controlable, se tiende a tratar de manera conservadora con medicación vía oral, ortesis (faja) y reposo relativo.

Si al pasar unas semanas o meses, no se consigue controlar dicho dolor, se puede indicar una cementación vertebral percutánea mediante vertebroplastia o cifoplastia , con el objetivo de estabilizar el hueso roto y actuar en las terminaciones nerviosas del cuerpo vertebral para reducir el dolor.

En los casos donde hay inestabilidad de la columna vertebral, puede requerirse el uso de osteosíntesis (barras y tornillos) que también pueden implementarse de manera abierta o percutánea, dependiendo de cada caso.